Por eso es que me fascina tener repleto el placard de ropa vintage; un poco de denim, un poco de corderoy, camisas con mangas anchas, etc. Esas cosas pasadas ya nadie las juzga, nadie tiene a quién culpar por esas creaciones, son viejas y de otra época. Siempre lo pasado de moda vuelve a la moda. Es importantísimo en el momento de vestirse ser uno mismo y tirarse ensima lo que a uno lo hace sentir cómodo, porque si el fin es vestirse para hacer sentir cómodo al otro, uno no pasa tan buen rato como de la otra manera. Por eso estoy a favor del desempolvar algún overol gastado, alguna plataforma gótica de tus padres y a salir a la calle. La ropa habla, y habla por nosotros mismos, y es una de las primeras cosas que ve el otro de nosotros; la ropa somos nosotros; por algo la llaman nuestra segunda piel.


Trabajo de fusión y renovación tipológica.
Merli Rodriguez Salas- Yulo Budassi